lunes, octubre 14, 2013

Descubrir el sentido de la vida

Publicado por Unknown

Praga. 8 de enero. Pleno invierno, 22.00 de la noche, lluvia, gente caminando con grandes abrigos y gorros oscuros. Momento idóneo para reflexionar sobre el sentido de la vida.

Todas las personas nacen con un propósito, una causa, un por qué. El descubrirlo, el saber el motivo de tu existencia, es como mínimo un paso más hacia tu felicidad. Además de saber el por qué de nuestra vida, debemos saber hacia dónde nos movemos, qué rumbo tomamos, y con qué actitud vivimos nuestra vida. Nuestra vida no ha de convertirse en una rutina, ya que la rutina como tal no existe; ¡ tenemos que vivir cada día de una forma diferente !

El sentido de la vida de cada persona es diferente; para algunos es el arte, para otros es "Dios" ( llámese como se quiera ), para otros el viajar y conocer mundo, y un largo etc..

Una vez, tocando en la calle, en la Alameda de Colón, se nos acercó un señor. Cogió la guitarra de uno de nosotros y se puso a tocar. No muy bien, la verdad. No sabemos cómo, comenzamos una conversación filosófica de la cual aprendimos una cosa. La vida es una montaña, y la felicidad, la causa de tu vida, el por qué, es la cima. Cada uno debe escalar su propia montaña e interactuar, convivir con los demás alpinistas.

Alguno te dirá: - ¡Qué lento eres! ¡Vamos, corre conmigo que llegaremos antes! -
Estas personas llegaran antes que tu a la cima, pero no habrán disfrutado del camino, de la escalada. No habrán aprovechado su vida.

Otro te dirá: - ¡Baja aquí y ayúdame a subir! -
Esto es algo que nunca se puede hacer. No puedes bajar de tu montaña para ayudar a los demás, ya que te quedarás estancado. La solución es tender la mano y elevar al otro a tu nivel.

Concluyendo, podemos decir que el descubrir nuestro sentido conlleva un proceso; se puede considerar un viaje, que ha de ser disfrutado de la misma manera que su final.
Ese viaje es el día a día, el conocer gente nueva, aprender nuevas cosas, crear nuevas cosas, etc.. Hay que evitar convertirlo en rutina. En la medida que vivamos ese camino y nos conozcamos a nosotros mismos, creceremos como personas y estaremos cada vez más cerca de la auténtica felicidad, de descubrirlo nuestro porqué, para qué, y sobre todo, el qué.

Importantísimo es también disfrutar de los pequeños detalles que en nuestro viaje encontramos. Gotas de lluvia golpeando la ventana, la luna llena, el asfalto mojado por la mañana, el amanecer, el atardecer, los buenos días, las sonrisas, el rocío, y un inmenso etc..

Finalmente, quisiéramos dejar una canción realmente bonita, tranquila y acogedora que contribuye, como cualquier tipo de arte, a que el mundo sea un poquito mejor. Además, el vídeo es maravilloso, una gran obra de arte.

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